HERNANI
Hernani
Está situada a
9,2 km. de Donostia, con una extensión de 42 km2 y una población de 18.690
habitantes, y se halla enclavada en un terreno accidentado y montañoso dentro de la zona
de la depresión sublitoral.
Por sus términos discurren las aguas de los ríos Urumea y Oria.
La prehistoria se encuentra presente en este municipio, ya que en torno
a sus dólmenes se han encontrado cuentas de collar, cristales de roca y piedras de
pedernal.
Se formó como villa a comienzos del siglo XIII, aunque en el año 1.379 firmó su anexión a Donostia, manteniendo un gobierno local.
Dada su estratégica situación, fue
fortificada por los franceses durante la Guerra de la Independencia y saqueada antes de su
retirada. También sufrió los rigores de las dos Guerras Carlistas, sobre todo de la
primera.
Dentro del casco urbano destacan la
Casa Consistorial, edificio de planta rectangular, construida en el solar que en 1.875
ocupaba la antigua Casa Consistorial, destruida en la Segunda Guerra Carlista.
Otros monumentos son la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, templo de una sola nave, con aspecto de ser una iglesia guipuzcoana del siglo XVI, y poseedora de una rica portada barroca; la Casa-Torre de los Gentiles, conocida también con el nombre de "Portalondo", edificación de la Edad Media construida para la defensa de la villa, destacándose en ella la piedra de sillería y sus ventanas de arco apuntado; y el Convento de San Agustín, una de las escasas piezas románicas que ha conservado Gipuzkoa, el cual fue destruido en 1.808 y reedificado en 1.825. En la Calle Mayor se hallan los Palacios de Ayerdi y Equino (donde estuvo Victor Hugo), como mudos testigos del paso del tiempo.
Los diversos núcleos de población dispersos en la zona, también ofrecen su interés, ya que conviven recursos históricos monumentales con interesantes elementos naturales. Clara muestra de ello puede ser la subida al Fuerte y Ermita de Santa Bárbara, desde donde se pueden apreciar excelentes paisajes, tanto de Hernani y sus alrededores como de Jaizkibel y el mar. Del fuerte sólo quedan los restos semiderruídos de sus muros. El Día de San Ignacio, 31 de Julio, se realiza por la mañana una concurrida romería.
Saliendo de Hernani y en dirección a Goizueta por la carretera que nos lleva a la vecina Nafarroa, existen varios lugares más para el esparcimiento y los paseos. En el camino se encuentra el barrio de Ereñozu y un poco más adelante el merendero de "Ugaldetxo", que dispone incluso de un pequeño frontón. Constituye un buen enclave para comenzar un ascenso al monte Urdaburu.
Si desea combinar estas excursiones con una visión histórica, se recomienda seguir la ruta anterior. A 5 km. del casco, a la altura de Fagollaga y siguiendo hacia el caserío Akola, diríjase al alto en el que encontrará un primer dolmen, "Sagastietako-Lepoa 1 ", que data de la Edad de bronce (2.000 - 900 a. de C.). Se halla en el centro de un descampado desde el que se divisa Jaizkibel, Donostia y el mar. Por esta zona existen más dólmenes, a los que es más complicado llegar debido a su escondida localización.
Las fiestas patronales se celebran el 24 de junio, festividad de San Juan. Durante una semana se ofrece un variado repertorio de acontecimientos y actividades destacando el Maskuri-Dantza o "baile de vejiga", danza ancestral que se baila en grupo y en el que sus dantzaris persiguen y golpean a los espectadores con unas vejigas hinchadas. En sus orígenes el Maskuri-Dantza era un baile de Carnaval.
Hernani también festeja el día de San Antonio el 13 de Junio, y en septiembre se veneraba a la virgen de Zikuñaga situada en la Ermita de Andra-Mari, edificio ya inexistente que databa de finales siglo XIII.
Es de destacar asimismo, la Feria Anual de Artesanía Vasca, que se celebra en la Plaza de los Gudaris, el primer domingo de Diciembre. El ferial de ganadería y productos campestres se celebra todos jueves.
En Mayo se celebran las Jornadas de Txalaparta, punto de encuentro y debate de txalapartaris. En ellas tienen cabida tanto la tradicion como lo último que se esté realizando en el campo de este ancestral instrumento de percusión vasco.
El municipio cuenta con la Casa de
Cultura Viteri, donde se centralizan todo tipo de cursillos y actividades relacionadas
con la danza teatro o la música.